martes, 30 de septiembre de 2008

Hería de muerte

Ay! ojalá el color de las cortinas cambiara
para que en su mezcla con la luz,
pintara el cielo de otro tono
al menos los Domingos.

Que me ha dado miedo el roce de las suelas con el asfalto
Y es que lo escucho tan cerca,
como si fuera mi piel rompiéndose
El mismo sonido del roce de las sábanas
un sábado por la mañana
Contigo

Si nuevamente volvieran los aires tibios
de una respiración cercana,
Si cerquita volvieran los grillos
a arrullarme entre los insomnios
Esos aires tibios que a veces confundo
con tus manos revolviendo mi cabello húmedo
entre cada pesadilla

Ay que si predigo un beso,
Ahora que vengo malhería,
Torceré las horas para no encontrarme
Con quien quiere herirme nuevamente

Si sólo pudiera saber
De qué color serán sus ojos
Para no acercarme a la hora precisa
En que los mosaicos se amontonen en las aves
Y den el tono que sus alas necesitanpara emprender el vuelo