viernes, 17 de octubre de 2008

La Tetera

El silbido de la tetera humeante asusta a las palomas, y revolotean nerviosas cerca de la ventana al mismo tiempo las telarañas juegan con sus sombras entre las cortinas. La mañana le duele en las piernas, siempre, a pesar de las gruesas medias de lana, siempre, aunque llegue el mediodía.
En la cocina se han quedado los ecos de los niños: risas mientras juegan a las escondidas debajo de la mesa. Ella los extraña aunque no hayan sido suyos.
Sentada en su silla, cerca de la estufa, se da cuenta de que la cocina cada vez es más grande, y más fría. La úlcera que carga desde hace años no la deja comer casi nada, ni los dulces que tanto le gustan y que mejor regala a los niños cada que la visitan. Mira la canasta llena de ellos que espera sobre la mesa. El agua del fregadero le arruga más las manos, hace que le duelan los huesos hasta los codos. No sabe si su aparato para el oído se ha descompuesto o es el silencio el que la ensordece.
Con dificultad baja a su habitación, se acuesta en su cama que ya rechina más que de costumbre, sigue leyendo una de las novelas de vampiros que guarda en el ropero, junto con la pequeña cabeza de cocodrilo disecada que tanto les gusta ver a los niños. Un cotorro viejo sacude sus alas y se frota las pocas plumas que le quedan, ella le sonríe y le da la vuelta al casete de “los tres tenores”. Hoy también ha tenido frío, y espera como todas las noches que mañana al amanecer todo haya desaparecido.

2 comentarios:

R. R. dijo...

Hola!! Estoy paseandome con mi blog por tooodo Mexico y te dejo saludos!!!

Anónimo dijo...

Saludos!

Si no tengo tantos blogs, además sólo dos están activos, éstos:

http://JonatanGamboa.megustaescribir.com/
http://GamboaJonatan.wordpress.com/

La dirección en mi nombre tiene mis enlaces completos, es para ordenar el ego sería una correcta definición. La leo, un abrazo.

Nos veremos y leeremos...
Jonatan Gamboa