Para Emilia, Rubén, Laura,
Kuky y Conrado
Kuky y Conrado
Olvidamos el fuego bajo el yugo blanco del invierno
Amnesia que recorre junto al viento
la orilla de un mar caleidoscópico
Olvidamos el fuego cuando el viento nos azota la cara
cuando son los veleros los que hacen sombra
durante las noches superpuestas
Porque creíamos que existía un final
cuando en realidad aquí solamente empieza todo,
justo donde el bosque bordea las montañas
Hay una cholga que abre el graznido de las gaviotas
un lento crujir de los pasos sobre la orilla de rocas
Las montañas como olihuayas
miran fijamente el cielo
puntas de flecha
sólo queda un azul irreal
que es la extensión de nuestros cables fugitivos
y la tonada de la milonga que componen los glaciares
cuando se deslizan
Y después de abrir los ojos en el lento correr de la tarde,
me quedan sólo los veleros somnolientos
lejos de la orilla